"Art for Art's shake"

El olor de un libro viejo. Viajar. Teatro. Las sonrisas de madrugada.

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El olor de un libro viejo. Viajar. Teatro. Las sonrisas de madrugada.

9 de marzo de 2014

domingolobo.

[Voy a decirte una cosa, algo que sé hace ya tiempo, y tú también lo sabes ya, pero quizá no te lo has dicho a ti mismo todavía. Ahora te digo lo que sé acerca de ti y de mi y de nuestra suerte. Tú, Harry, has sido un artista y un pensador, un hombre lleno de alegría y fe, siempre tras la huella de lo grande y de lo eterno, nunca satisfecho con lo bonito y lo minúsculo. Pero cuanto más te ha despertado la vida y te ha conducido hacia tí mismo, más ha ido aumentado tu misera y tanto más hondamente te has sumido hasta el cuello en temor y desesperación y todo lo que tú, en otro tiempo has conocido, amado y venerado como hermoso y santo, toda tu antigua fe en los hombres y en nuestro alto destino, no ha podido ayudarte, ha perdido su valor y se ha hecho añicos. 

Tu fe ya no tiene aire para respirar.
Y la asfixia es una muerte muy dura ¿es exacto, Harry? ¿es esta tu suerte?

                                        
Yo asentía y asentía.


Tu llevabas dentro de ti una imagen de la vida, estabas dispuesto a hechos, a sufrimientos y sacrificios, y entonces fuiste notando poco a  poco que el mundo no exigía de ti hechos algunos, ni sacrificios, ni nada de eso, que la vida no es una epopeya con figuras de héroes y cosas por el estilo, sino una buena habitación burguesa, en donde uno está perfectamente satisfecho con la comida y la bebida, con el café y la calceta, con el juego de tarot y la música de la radio. Y el que ama, y lleva dentro de sí lo otro, lo heroico y bello, la veneración de los grandes poetas o la veneración a los santos, ése es un necio y un quijote. Bueno, ¡y a mi me ha pasado exactamente lo mismo, amigo mío! Yo era una muchacha de buenas disposiciones y destinada a vivir con arreglo a un elevado modelo, a tener para conmigo grandes exigencias, a cumplir grandes cometidos. Podía tomar sobre mi un gran papel, ser la mujer de un rey, la querida de un revolucionario, la hermana de un genio, la madre de un mártir. Y la vida no me ha permitido más que llegar a ser cortesana de mediano bueno gusto; ¡ya ésto sólo se ha hecho bastante difícil! Así me ha sucedido. Estuve una temporada inconsolable, y durante mucho tiempo busqué en mi misma la culpa. La vida, pensé, ha de tener al fin razón siempre, y si la vida se burlaba de mis hermosos sueños, habrán sido necios mis sueños, decía yo, y no habrían tenido razón. Pero esta consideración no servía de nada absolutamente, y como yo tenía buenos ojos, y buenos oídos y era además un tanto curiosa, me fijé con todo interés en la llamada vida, en mis vecinos y en mis amistades, medio centenar largo de personas y de destinos, y entonces vi, Harry, que mis sueños habían tenido razón, mil veces razón, lo mismo que los tuyos. Pero la vida, la realidad no la tenía.
Que una mujer de mi especie no tuviera otra opción que envejecer pobre y absurdamente junto a una máquina de escribir al servicio de un ganadineros, o casarse con uno de esos ganadineros por su posición, o sí no, convertirse en una especie de meretriz, eso era tan poco justo como que un hombre como tú tenga, solitario, receloso y desesperado, que echar mano de la navaja de afeitar. En mí era la miseria quizá más material y moral; en ti, más espiritual,; la senda era la misma ¿crees que no soy capaz de comprender tu terror ante el fox trot, tu resistencia contra la música de jazz y todas esas cosas? Demasiado bien lo comprendo, y lo mismo tu aversión a la política, tu tristeza por la palabrería y el irrazonable hacer que hacemos de los partidos y de la Prensa, tu desesperación por la guerra, por la pasada y por la venidera; por la manera cómo hoy se piensa, se lee, se construye, se hace música, se celebran fiestas, se promueve la cultura. Tienes razón, lobo estepario, mil veces razón, y sin embargo has de sucumbir. 

Para este mundo sencillo de hoy, cómodo y satisfecho con tan poco, eres tú demasiado exigente y hambriento; el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de más. El que hoy quiera vivir y alegrarse de su vida, no ha de ser un hombre como tú, ni como yo. El que en lugar de chin
chín exija música, en lugar de placer, alegría en lugar de dinero, alma, en vez de loca actividad, verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión...para ése no es hogar este bonito mundo que perecemos.]

4 de febrero de 2014

4february.

como si todas las espinas que
los poemas han sacado a las rosas
a lo largo de los siglos,
se me clavaran una a una en esta carne.
cada vez.
como si todos los pecados del universo
tomasen fuerza celestial y juzgaran
cuales dioses ateos
este preciso instante.
cada vez.
como si todas las almas de mis ancestros
que habitan el rincón de Tierra donde empecé a respirar,
tiraran de mí con ímpetu invisible,
arrastrándome,
suplicándome,
lentamente resignándose al impulso vital
del destino.
cada vez.
como si me existencia hubiera estado plagada de
soberbia
y envidia,
de egoísmo y rencor
el viento me susurra que olvidé sonreír por última vez
al mirarme en los ojos de mi madre en la puerta.
cada vez.
como si derritiese el primer día de primavera el sol,
el último y más débil manto de nieve que viste los montes;
así me grita el corazón,
desnudo, frío,
aliviado, encogido,
arrugado,
desalmado
cada vez.
cada vez que veo partir el autobús desde dentro.

(lighting up a cigarette.
being back)

5 de noviembre de 2012











just like that deafening infinite silence devoured when a war comes to an end.
just like that second in a concert before pronouncing the first words of a song, that shared in unison stillness.

just like taking a deep breath
holding the air for as much as your lungs can keep it in them (fitting a whole life in it)
and breathing out, smoothly. letting it go. feeling it go.


am afraid i am breathing out now, smoothly. 
feeling it go.
but not wanting it go.


los rituales balineses hindús de la muerte acaban con un silencio desgarrador.













16 de junio de 2012

Hoy te reprocho.


Hoy le quiero reprochar a mi país haber matado toda la creatividad que albergaba en mi desde que por primera vez respiré en esta tierra. Gracias no por no fomentarla, si no por reprimirla y marginarla ocupándola con vacíos contenidos papagayiles. Porque la creatividad va ligada a la imaginación, al pensamiento, a la producción de ideas propias, puras, inocentes, naturales, individuales e independientes. Porque da lugar al criticismo. Porque forma mentes y las cambia sin esfuerzo. La represión de tal, desencadena borregos incapaces de actuar en soledad, viéndose ciegos arrastrados por la histeria colectiva, por pensamientos y acciones en masa y a bulto. Por la ignorancia absoluta y su hermano gemelo su atrevimiento. Por su falta de carácter y de seña. Copias calientes prefabricadas recién salidas del proceso de producción- también conocido como sistema educativo-. Los borregos castigan lo diferente por el mero hecho de serlo. Castigan y señalan la paja en el ojo ajeno. No reflexionan. Actúan. Inútilmente. De un lado a otro. A golpe de batuta. De piedra en piedra. De hostia en hostia. Y así va el país. Y con él todos. Bueno, casi todos.

Hoy le reprocho a mi país haberme obligado a buscarme un futuro lejos, muy lejos de sus fronteras. Te reprocho tu incompetencia para generar puestos de trabajo para profesionales sobre cualificados, con ilusión de renovar las cosas, inteligentes y capaces de educar a pesar de tener que luchar contracorriente con la que nos estás haciendo pasar en los centros de enseñanza. Me sangra el estómago al pensar en lo fácil que es para ti, destrozar a golpe de tijera la educación pública. Vomito al imaginar lo peligroso de sus consecuencias. La puta dictadura en la que nos estás metiendo, jodido país.

Te echo en cara todas las veces que pienso en traerme a mi familia aquí conmigo, cada una de las veces que les echo de menos, cada segundo que mis amigos están por mi cabeza y necesito de sus abrazos, cada noche en vela -que son muchas- a medio camino en estado catatónico por la mala cirugía estética de bisturí casposo y oxidado que le estáis haciendo a mi país. Cada segundo de duda y cada miligramo de rabia que genero al saber de ti.

Te culpo por tenerte gobernado por ignorantes y estúpidos, por ladrones de guante blanco, por fascistas ricos y meapilas. Elegidos, eso sí, por otra mayoría abrumadoramente inútil e inmensamente ignorante, como tú. Te culpo por tu avaricia y egoísmo, España, España: "país de charanga y pandereta". País de casposos y señoritos. De curas y monjas que violan y maltratan. De una iglesia que mete la mano en nuestros bolsillos cada día  y nos quita hasta el condón de la polla porque es pecado. De más meapilas predicadores, rancios que sustentan uno de las instituciones con más dinero del mundo, que rezan eso sí, cada noche por la salvación de sus almas.

Te reprocho tu atraso, España. Tu no haber aprendido. Tu no haber sabido enseñar. Tu borreguismo y apatía, tu vagancia, tu pasotismo, tu esclavitud y tu actual dictadura. Te reprocho todo a día de hoy. Todo.
Me das pena. Me entristeces y sobre todo, sobre todo, me dueles muy  muy adentro. 
Si me esperas, será para cambiarte. No pagaré otro billete desde la otra punta del mundo si no es a ese precio. Cueste lo que cueste.

No te mereces llamarte país. 
Hoy te reprocho hasta el existir.