Con el dolor de espalda correspondiente a cinco noches maldurmiendo acurrucada
en distintos colchones
con compañía
abro los ojos aquí,donde el lejano sueño de volar, es ahora una rutina.
Dejo Irlanda del Norte
Galway
y mucha carretera.
Otropaísmásgarabateadoenmiszapatillas.
Leyendas y mitos.
Arriba, el gris oscuro calado de las nubes se refleja perezoso en el azul del mar.
Callejuelas pintadas a piacere, adoquines por calzadas y tiendas diminutas con carismáticos tenderos.
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Ayer viajando en el autobús, me atropellaron las ganas
la emoción de bajarme en cualquiera de esos pueblecitos con nombre Gaélico
y perderme entre sus pintorescos colores.
y perderme entre sus pintorescos colores.
Abandonar la realidad que sucumbe los días, y vagar...
fundirme con la irracionalidad
del que camina sin camino.
Y luego
eleguir el preciso momento en el que volver a dar señales...
Sería simple e intuyo que facil acostumbrarse a saborear una Guinness cada noche
a dejar que se te ponga piel de gallina mientras escuchas el sonido que acaricia un banjo, un whistle y un par de violines pulsados a la vez.
A quedarme sin aliento de reir, y a llenar los pulmones sin prisa caminando entre tanto verde.
A vosotras, por supuesto y ante todo, mis patitos.
G r a c i a s p o r d í a s s i n c e r o s.
Guardaos un abrazo mío por ahí:)
